Los países poseen variables económicas y socio-políticas fundamentales para su existencia, una economía estable junto a una gran cohesión del tejido social, garantizan la viabilidad de las naciones, y las lleva a un período de prosperidad y crecimiento, siempre y cuando no exista ninguna perturbación sobre estos fundamentos.
En la realidad de Venezuela, el tejido social y la identidad nacional se ha cohesionado entorno a las reglas, esquemas y paradigmas planteados por todos los gobernantes desde Bolívar hasta Hugo Chávez, por supuesto en conjunto con la cultura remanente de los 300 años que fuimos España.
La creación de las bases de la nación venezolana, fue un proceso accidentado y en muchas ocasiones improvisado, eso explica muy bien el por qué requirió que en múltiples ocasiones los gobernantes de Venezuela fuesen los que proporcionen a la población las herramientas para formar su propia identidad.
Desde el descubrimiento del petróleo en Venezuela, el proceso de industrialización del país se enfocó únicamente en ese sector, lo que llevo al país a un punto en el cual el 98% de los ingresos netos en moneda extranjera, venían de el sector petrolero.
Este evento marcó un claro déficit en la diversidad de la economía Venezolana, sin embargo el hecho de tener "Las reservas de petróleo más grandes del mundo", y los llamados "boom de los precios del petróleo", permitieron establecer al oro negro como un pilar lo suficientemente robusto como para soportar la estructura económica de todo el país. Este sistema de análisis nos permite resumir, como variables estructurales de la identidad venezolana, dos elementos fundamentales: Independencia (cómo pilar social) y petróleo (cómo pilar económico).
Los Estados de Unidos de América, por otra parte, luego de lograr su independencia del Imperio inglés, y las posteriores guerras territoriales, construyó una identidad en torno a un valor fundamental: "La libertad", la cual actuaría cómo un pilar tanto económico cómo social, pudiendo amalgamar diferentes estados descentralizados en conjunto con un Gobierno Federal e instituciones democráticas con separación de poderes, pudo generarse un sistema político, social y económico que demostraría ser eficiente a través del tiempo.
Este modelo se puso a prueba, en la llamada Guerra Fría, donde la libertad y la democracia promovida por Estados Unidos cómo modelo de gobierno batallaría contra el modelo comunista y autoritario propuesto por la Unión Soviética y la filosofía del Marxismo. Esa contradicción no fue sencilla de resolver, las diferentes ideologías y deseos expansionistas de tanto USA como la URSS, llevaron en muchos sitios el conflicto a la forma de Guerra, generando muchos disturbios a nivel mundial.
Fue desde el año 1959, en medio de este clima de tensiones, donde Venezuela y USA serían amenazados por quien sería su enemigo común histórico, la Cuba de Fidel Castro.
Tan solo pocos días de asumir el poder, Fidel Castro viaja a Caracas para reunirse con Rómulo Betancourt, quien sería el líder de un proceso de convertir a Venezuela en una república democrática, luego de la caída de Pérez Jiménez. Los intereses de Castro eran muy claros, apoyo político y diplomático para su nuevo régimen, y por supuesto lograr un acuerdo en materia petrolera, el recurso estratégico más preciado de la nación Venezolana. En esta ocasión la elite política Venezolana rechazó contundentemente las propuestas del nuevo dictador Cubano, generando en Fidel Castro un profundo resentimiento, y el inicio de lo que sería una larga data de conspiración para llevar adelante sus intereses sobre la nación Venezolana.
Pocos años después, en 1962, el régimen de Castro, con una gran irresponsabilidad y resentimiento hacia USA, se habría propuesto colocar misiles con capacidad nuclear en Cuba, con asistencia de la URSS, a pocas millas náuticas de Florida, generándose así el momento más crítico y cercano a una guerra nuclear que ha ocurrido en la historia de la humanidad (DEFCON 2 bajo el esquema Estadounidense).
Luego de las profundas y tensas negociaciones, la URSS decide llevarse los misiles de Cuba para evitar una guerra nuclear, en contra por supuesto de la irresponsable postura de Fidel Castro de mantener los misiles en la isla, sin embargo, cómo termino fundamental los Estados Unidos se comprometen a no invadir Cuba militarmente, lo que más tarde significaría algo profundamente costoso para esta nación.
Dos eventos fundamentales llevan al final de esta batalla campal entre los ideales fundamentales de USA y la URSS, el primero fue la caída del muro de Berlín en 1989, y el otro la disolución de la propia Unión Soviética en 1991, definiendo así la hegemonía oficial de Estados Unidos como el mayor imperio militar y económico del mundo, habiendo la evidencia empírica demostrado que su sistema de democracia y libertad estaba muy por encima del comunismo Marxista planteado por la URSS. No significando esto, de ninguna manera, el fin de los enemigos de los Estados Unidos, y por ende los enemigos de la libertad.
Luego del desmoronamiento del sistema soviético, el partido comunista Cubano liderado por Fidel, entra en una profunda crisis económica y política, generando así el período más complicado desde el punto de vista económico y social en la historia de Cuba, el llamado "periodo especial", el cual impactó sobre todo el sector energético, ya que Cuba importaba casi todos sus hidrocarburos de la URSS.
Fidel Castro necesitaba urgentemente un nuevo aliado energético, que muy difícilmente conseguiría en el alborotado mundo post-guerra fría, donde la mayoría de los países buscaban la manera de integrarse al sistema financiero mundial liderado por Estados Unidos en el marco organización mundial del comercio.
De forma irónica, en medio de la situación de mayor desesperación del régimen cubano desde la crisis de los misiles, el 4 de Febrero de 1992 ocurre un golpe militar en Venezuela, el líder militar, entonces teniente Coronel Hugo Chávez, intento derrocar al presidente Carlos Andrés Pérez.
Al principio, Fidel condenó los eventos del intento de golpe de estado en Venezuela, pero en 1994 cuando Hugo Chávez fue indultado, este lo invitó a la Habana, y por supuesto no podría generarse otra cosa más si no una gran alianza, entre un dictador que necesita hidrocarburos, y un militar con ansias de manejar el país con las mayores reservas de petróleo de todo el planeta.
Es difícil pensar que Bill Clinton jamás recibió un reporte de las agencias de inteligencia o del pentágono, acerca de las intenciones de Fidel Castro de llevar adelante sus intereses en Venezuela a través de Hugo Chávez, sin embargo tal parece que los Estados Unidos simplemente observó, generando cómo resultado que años después, en el marco de una profunda decadencia del sistema democrático Venezolano, sumido en la corrupción y el rentismo petrolero, el discípulo de Fidel Castro, Hugo Chávez, gana las elecciones presidenciales del 6 de diciembre de 1998.
Por supuesto, sería la Venezuela de Hugo Chávez, quien sustituiría el rol que tenía la URSS y salvaría a Cuba del período especial, con un presidente en Venezuela profundamente ligado a los intereses del propio Castro, todo estaba listo para continuar con un régimen, cuyo único objetivo siempre ha sido el mismo, propiciar el odio contra los Estados Unidos de América.
Muchos intelectuales esperaban que con la llegada de George W. Bush al poder, se pudiera hace algo contra Chávez, que ya para el año 2000 había reformado los poderes públicos Venezolanos, y mostraba de lleno toda la intención de llevar adelante un proyecto el cual ya mostraba señales autoritarias, y claros valores anti democráticos y contra las libertades individuales, sumado a eso las grandes conexiones con el propio régimen Cubano.
Para sorpresa del mundo entero, el 11 de septiembre de 2001 ocurre un cisne negro, que cambiaría por completo el panorama mundial y la política exterior de los Estados Unidos por más de una década, un ataque terrorista ejecutado por Al Qaeda, derribaría los edificios del complejo World Trade Center, apareciendo con fuerza un nuevo actor que esta vez ya no era un problema relacionado con el comunismo, se trataba de una amenaza completamente distinta.
En la primera década del siglo XXI, mientras los Estados unidos lleva adelante su lucha contra el terrorismo, en Venezuela avanza con celeridad un proyecto Cubano alineado con una variación de la ideología marxista llamada "El socialismo del siglo XXI". Los altos precios del petróleo le permiten a Hugo Chávez financiar toda cantidad proyectos internos, y crear una fuerte política internacional, con organismos como el ALBA, fue capaz de propiciar la llegada al poder de otros movimientos de izquierda en Latinoamérica, pertenecientes a este nuevo eje.
Durante la administración de Barack Obama, este proyecto socialista de izquierda, con un profundo e intrínseco sentimiento anti Estadounidense, avanzó mucho en Latinoamérica, al punto de manejar una gran cantidad de gobiernos, y en los países donde no gobernaba, articulaba una muy fuerte oposición. Aún así la administración Obama no parecía intervenir demasiado en los asuntos en el sur del hemisferio occidental, mostrando incluso políticas permisivas, manteniendo acuerdos petroleros en todo momento con el presidente Hugo Chávez.
Luego de la muerte de Chávez en 2013, y la caída de los precios petroleros, se crea un punto de quiebre para lo que parecía un financiamiento infinito en beneficio del socialismo del siglo XXI. Nicolás Maduro, luego de las elecciones presidenciales posteriores a la muerte de Hugo Chávez, asume el poder en Venezuela en medio de un muy dudoso proceso electoral, con demasiada permisividad por parte de los factores opositores al partido socialista, siendo el punto de partida para lo que sería el proceso de decadencia más grande en la historia de Venezuela desde su propia independencia.
No es si no hasta el año 2016, con la llegada de Donald Trump al poder, que los Estados Unidos de América comienzan a mostrar una gran preocupación por lo que fueron ya dos décadas de avance del proyecto socialista liderado por Cuba en Latinoamérica, que había ya para ese entonces conquistado completamente la nación Venezolana, sometiéndola completamente a sus propios intereses, y habiendo perdido Venezuela prácticamente toda su soberanía.
Venezuela, en manos del proyecto socialista Cubano liderado por Hugo Chávez y Maduro, perdió ambos elementos fundamentales que soportaban su existencia, su independencia y su petróleo, al tomarse todas las decisiones políticas en la Habana, y al haber destruido todo el aparato petrolero, los propios fundamentos entre los cuales se forjó la nación, se destruyeron, y generaron una completa inviabilidad.
Esos mismos factores que destruyeron a Venezuela cómo nación, son aquellos enemigos los cuales Estados Unidos nunca dejó de tener, son enemigos de los fundamentos de la sociedad Estadounidense, porque son enemigos de la libertad.
La caída de Venezuela y el proceso de inestabilidad política que se vive en América latina, no deja a dudas la siguiente conclusión, de no actuar ahora mismo, los Estados Unidos de América pone en riesgo su propia existencia.
Excelente artículo , Eduardo para aquellos que requieran un poco de historia de como fueron sucediendo las cosas, esto llevaba años planeandose por el lado de Fidel Castro. Y gracias a la falsa oposición y a la permisividad de otros gobiernos el Foro de Sau Paulo crecio haciendo el mal al Sur de America, pero ya las máscaras van cayendo y gracias al esfuerzo de muchos y la tragedia de otros, la situación de Venezuela y su narco regimen llega al conocimiento de muchos aliados. Nuevamente excelente narrativa de los hechos.
¡Qué suerte han tenido los destructores de Venezuela! Yo nunca había analizado que el ataque terrorista del 11 de septiembre a las torres gemelas, hubiera beneficiado al chavismo, pero lo hizo.
De acuerdo con sus ideas . Los sigo desde 3 años. Ojala logremos los objetivos